Uno de los tesoros más preciados del ser humano es
La amistad
Tanto como el amor, pero sin embargo ambos, es también lo más difícil de
encontrar y tener.
Somos parte de un mundo hermoso, parte y compañeros de los demás cuántos
nos rodean, y dentro de ese círculo, encontramos otro muy pequeño
La amistad
Aquella que se da sin esperar, que se comparte por amor, que existe cuándo
dos seres humanos se compenetran por verdad y honestidad existente desde lo más
interno de cada alma, nunca mide, calcula o miente, no compite, es tan sincera
que lo mismo esta en tus momentos buenos o malos, en la salud o la enfermedad,
en la riqueza o pobreza, no tiene sexo, no se valora en dinero, es íntegra y
pura.
Es la que ante viento y marea, te cambies de residencia o no, te seguirá
por siempre, no insulta, te hará ver tus
errores con razón y para tu razón, te abrirá puertas que para ti consideres
cerradas, te apoyará en tus decisiones o te hará ver tus propios errores para
crecer como ser existente, que te ama sin premeditar, entiende tus momentos
duros y comparte los alegres, esta siempre contigo en la tristeza o adversidad,
es parte de él o ella y tú mismo.
No se deja, no se olvida, es esencia para ambos de humildad, sencillez y
sin miras de racismo, no necesita de materia porque no existe en el
vocabulario, se comparte en todos los ámbitos y necesidades, es la totalidad de
valores reunidos para el uno o el otro, es consejo, escudo de protección, es
aquella que por ser tan especial…
¡Existen pocas!
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