¿Sí deseáremos ser felices?
La manera actual en que
vivimos de infelicidad y soledad en varios países ha orillado a que al fin por
ejemplo en México y otros lugares, se inicien labores de verdadera ayuda y
cambio positivo para cada uno de nosotros, entonces, sería bueno preguntarse,
Ahora…
¿Sí deseáremos ser felices?
Seguiríamos hundidos en
la depresión, tristeza y soledad en la que vivimos muchos seres humanos, unos frente
a otros, ignorando todo cuánto pasa a nuestro rededor, por pensar
“Primero en mí, después
en mí y al final en mí”
Frase
muy utilizada de los últimos tiempos o
“De que mi familia coma,
a que coma la de él, mejor que la mía coma”
Una serie de frases que
se han vuelto las preferidas de varios, es triste pensar que sonreír a alguien
es buscarse problemas, lo mismo que decir buenos días o querer ser amable.
Estamos rodeados de tanta
presión en el trabajo con frases tan inadecuadas actuales como:
Se solicitan personas
acostumbradas a trabajar bajo presión,
Se solicitan personas
que le gusten los retos, con entrada a las 7 u 8.00 am y salida ¿?
Eres personal de
“Confianza”
(Donde las horas extras o
La Ley de protección a los trabajadores son inexistentes)
Podríamos mencionar
frases de sobra donde el amor por el trabajo donde quedaría
¿Realmente trabajamos por
amor y entrega?
¿O trabajamos por
presión, y necesidad disfrazada de esclavitud?
Lo sé, estoy excomulgado de los
“Cánones del empleado eficiente”
Sin embargo y, como en
otro tema comenté,
Calidad, Vanguardia,
Primer Nivel etc.
Nos han traído realmente
crecimiento
¿Personal, familiar? O
¿Economía,
distanciamiento familiar y enfermedades?
Los modelos económicos de los sistemas en
general
¿Se han convertido
únicamente, en y para el beneficio de otros, o de nosotros mismos?
¿Qué nos deja el poder económico?
¿Felicidad o infelicidad
y amistades o uniones disfrazadas de lealtad y amor?
¿Cuántas veces habremos
escuchado y repasado la frase: éramos más felices cuándo éramos pobres que,
ahora que tenemos todo?
¿Qué es todo?
¿Desvelo por trabajo,
dinero, materia o poder?
¿Eso, da la felicidad o
provoca el estrés?
Es realmente invaluable
lo que en los ayeres dejamos:
Aquellos momentos donde:
No teníamos grandes riquezas,
pero la riqueza misma la obteníamos al admirar un campo de flores.
No teníamos comodidades
pero admirábamos un mar azul, relajante en su ir y venir de las olas en un
amanecer o atardecer.
No comíamos grandes
manjares, pero saboreábamos el pan más sencillo de la preparación humilde y los
hornos recién calientes.
No poseían nuestros hijos
grandes lujos,
Pero disfrutábamos de los
momentos de descanso en familia, como el regalo más maravilloso del placer.
¿Qué es entonces para ti,
la felicidad?
No es un tema fácil de
asimilar, no es como la palabra amor que a los cuatro vientos se expresa sin
desear o sentir, tan fácilmente y hasta herir.
No es la riqueza, ni
lealtad disfrazada, por tu riqueza material, vana en valor espiritual.
¿De qué sirve tu belleza,
si la presumes a cualquier
momento de soberbia
altiva insensible?
Cuántas cosas tan simples
y hermosas hemos dejado en el ayer…
Aquél que con simplezas,
nos daban más alegrías que derroches de grandezas,
Cuántos dolores y
sinsabores han dejado los mezquinos amores, que tan solo entregan egoísmo y
dolor destructivo de familias y amistades inmensas.
No, no te confundas en
tus valores disfrazados de pasiones, vanas e insanas de tantos errores.
La humanidad entera,
necesita de un verdadero cambio:
Ya no más desamor
Ya no más dolor
Ya no más desilusiones e
hipócritas amores
Ya no más robo e infamia
de todos contra todos sin más que el beneficio propio del dolor
Ya no más egoísmo que
siembre en el camino, dolor tan mezquino
Ya no más guerras donde
lloran inocentes culpas de poderosos que mandan oprimidos por dinero, que no
repare daños físicos y psicológicos de niños o adolescentes, adultos o viejos,
irreparables sin valor.
Qué hermoso sería todo,
si volviésemos a amar, perdonar, entregar, más
¿Cuántos dispuestos
realmente amores sanos, como niños nuevamente serían?
Recordemos ¿Cómo éramos
entonces?
Jugábamos sin distinción,
sin miras de razas o color, pobreza o riqueza, todos por igual.
Pero
¿Podríamos, realmente
volver a intentarlo Sí, Deseáramos ser felices?
Este, es un escrito
personal, con todo el deseo a contribuir en el cambio por mí y por ¡Todos!
José
Los deseos de cambio,
están tanto en mi invitación, como en él:
Nuevo Movimiento Kilohappy
Con verdaderos deseos por
contribuir
Logrando
¡La Felicidad de todos!
A partir del 8 de
Octubre:
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