La "Plaza de la República" se convertirá en un polo recreativo.
Bajo la cúpula de la construcción, con un elevador que llega a más de 60 metros, hacia una de las dos terrazas, con que cuenta la obra, los visitantes podrán desgustar un café.
Con aproximados 700 cajones del estacionamiento subterráneo, los visitantes, podrán sentarse sobre la plancha inclinada de concreto para observar, en cuanto la noche comience a caer, el espectáculo que se proyectará sobre una pantalla de agua con capacidad para desplegarse u ocultarse. Para conmemorar el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución mexicana.
Las labores contemplan recuperar la imagen urbana de todo el entorno e integrarla a Paseo de la Reforma. Tanto la Avenida de la República, que rodea el monumento, y su plaza, como las calles Ignacio Ramírez, Vallarta y Lafragua, cambiarán su fisonomía. Las banquetas serán más anchas y de concretos precolados con agregados pétreos del mismo color a los que existen en Reforma. Una franja de magnolias recorrerá el costado sur y norte de la plaza, con palmeras que darán impresión de una “especie de pórtico que rodearán la plaza”
El Monumento a la Revolución se construyó entre 1932 y 1938.
Noticia de: Luis Carlos Sánchez
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