Vamos juntos, a meditar por instantes sobre la
Sabiduría, es o no un…
¿Aprendizaje tardío
de experiencia?
Los cambios que tenemos en cada etapa de nuestra vida, considerados para
mí en promedio cada 10 años, son aquellos que la consciencia retoma, analiza,
cambia actitudes que, mejoran o empeoran el espíritu.
Los errores, equivocaciones, aciertos o evolución individual se presentan
en nuestro yo interno, y
¿Dan madurez y mayor inteligencia?
Diría que son transformación por el trabajo, la lectura o medios externos,
porque aprendemos cursos, obtenemos diplomas, certificaciones, que aunque
conscientemente no aprovechamos del
todo, el subconsciente reclama en beneficio propio obteniendo mayor inteligencia.
¿Cómo aplicar lo conocido a nuestras vivencias?
También por citar como ejemplo:
¿Es parte desenmascarada de nuestro Yo verdadero?
Consciente o inconsciente, aplicamos a nuestra familia o hijos lo que
sabemos o creemos que esta bien, no hay tablas, escuelas, cursos para ello,
desenmascaramos entonces un “Yo verdadero”
El que igualmente podría ser o no estable en la relación con la familia
por traumas o malas experiencias sufridas en nuestra niñez, sin querer o
pensarlo, aplicaríamos un amor que consideramos bueno, a veces, sin saber siquiera
que estamos equivocados.
¿Quién existe que pudiese evaluar para bien o mal?
Pediríamos consejo incluso a parientes cercanos, amigos, o personas que
han pasado por la misma etapa familiar pero
¿Quién sería inequívoco?
Retomando el mismo ejemplo anterior, es entonces el sufrimiento de los
errores del ayer, lo que nos da la experiencia del hoy.
Somos seres que por naturaleza tendemos a ser imperfectos, aprendemos de
los errores del pasado, si por causa ajena o inentendible ayer nos equivocamos
¡Obvio que los errores del ayer por los que sufrimos, no volveríamos a
cometer! O
¿Por qué decir que el único animal que se equivoca 2 veces es el humano?
¡Son los errores
del ayer cometidos, la experiencia y sabiduría de nuestro presente!
La sabiduría al mismo tiempo es filosofía con la que vamos aplicando a
nuestra vida, inteligencia para resolver dudas que en nuestro pasado
ocasionaron equivocación o errores que no deseamos cometer, con el paso del
tiempo es por ello que es tan célebre la frase:
¡Cómo me gustaría volver a ser joven con la experiencia que tengo de
viejo!
Si tuvimos una relación sentimental insana
Sí nos casamos con la persona equivocada
Sí tuvimos hijos sin desearlos
Sí como cualquier padre o madre cometimos errores
Sí nos sentíamos disminuidos, inseguros etc.
Son los años que, en los errores del ayer, sufrimiento del mañana,
arrepentimiento del futuro, nos invitan conscientemente a reflexionar, aún
cuándo consideramos para nosotros mismos que es tarde ya,
Pero nunca es tarde, tarde sería, nunca reconocerlo para nosotros, porque
es a nosotros a quiénes nos reclamamos, nadie tiene derecho a hacerlo por
nosotros, no hay
“Carta de algún humano, que pudiese haber cumplido inequívocamente todos
los valores”
Y, sin embargo, no hay peor juez, que el propio ser humano.
La verdadera sabiduría, es la que tomas con absoluta consciencia a los
años y después de haber cometido errores que para ti fueron inapropiados, pero
eres sabio por reconocer, cambiar y valer para tu dios y tu mismo, no para los
demás, porque nunca existirá el humano que pudiese juzgar sin errores antes de
él cometidos.
José
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