Conocí en cierta ocasión
a una princesita,
su mirada pasiva, sus labios,
¡Rojos! Como una florecita
Paseaba por cierto jardincito
toditas las noches,
y con sus ojitos,
al verme, me decía,
lo que me quería
aquella princesita
Su nombre, ¿Cuál será?
para mí, es princesita
tan linda, tan bella,
¡Oh amada cosita!
Sus manitas se extienden,
para tocar mi carita,
hoy y desde,
en mi pensamiento habita,
y yo, yo abrazo aquella niñita,
con la misma ternura que ella me brinda,
pues amo, a aquella dulce princesita
Cada noche corría y corría,
hasta llegar a su hermosa casita,
era pequeñita pequeñita,
pero tan grande,
pero tan grande de paz y amor,
que tocaba feliz a la espera,
de su linda mamacita
Hasta que un día
el principito galopante,
decidió tocar a su casita
con deseo grande,
y ¿Cuál fue sus sorpresa?
encontró a princesita llorando y llorando,
¿Por qué?
Porque con ella quedará,
Para siempre su dulce amor,
Dentro de aquella casita
Al saberlo, el principito la beso,
y dijo con voz alegre
ya no llores princesita
pues he venido para casarnos
tú me quieres, yo te adoro
Pasado el tiempo,
tomaron camino sin rumbo,
pero regresaron a aquel mundo,
¡Que todos imaginaban ya lejos, uno del otro!
¿Cuál fue la impresión de su pueblo?
Llegaban ambos ya cansados y viejos,
pero con el mismo amor, que desde el ayer y
¡Hasta la muerte, por años admiraron!
José
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